En los edificios la gente no se suele conocer una a otra. La relación entre vecinos se queda en un simple hola y adiós (al menos en mi edificio). Esto da lugar a momento incómodos en el ascensor, donde el espacio es tan pequeño que no puedes huir. Me acuerdo que de pequeña me quedaba mirando el buzón esperando a que la persona que esperaba el ascensor se fuera. O en otros casos, si tardaba mucho, era capaz de subir por las escaleras con tal de no subir el ascensor con una persona extraña. Ahora me da igual, simplemente miro los números del ascensor y me pongo a pensar en mis cosas, mientras que la otra persona mira hacia el suelo pensando : "si que tarda el ascensor en subir/bajar".
Hace poco, la madre de un vecino murió y vino otra vecina a informalo a mi casa. Además de poner carteles por todo el edificio... Yo pienso: si no conozco de nada al vecino, ¿qué más me da que su madre haya fallecido? Me preocupo por la gente que me importa, no por la que solo he dirigido dos palabras con ella. Desde mi punto de vista, la muerte es algo íntimo, familiar... que debe quedar entre los familiares y amigos, no ir contándolo ni publicándolo... Por eso veo también una tontería las esquelas. Las personas que de verdad están a tu lado, se preocuparán de saber como estás. ¡Dejo al blog por testigo que cuando yo muera no lo publicarán en la esquela!
PD (para los que me conocen): Si de verdad te intereso como persona, llámame y pregúntame como estoy. No vaya a ser que un día de estos no esté y no te enteres.
María
Tonterías de los vecinos
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