Tomando el aire en el Corte Inglés me encontré con un producto extraño, era una raqueta eléctrica para matar insectos.
La anterior noche me había despertado un mosquito a las 5:00 am. Como no conseguía matarlo con la zapatilla, perfumé mi habitación con flint. Al encontrarme al día siguiente ante la raqueta pensé: si yo hubiera tenido esta raqueta en vez del flint, me hubiera tirado 3 horas buscando al dichoso mosquito para atizarle un raquetazo. En fin, otro producto inútil.
La anterior noche me había despertado un mosquito a las 5:00 am. Como no conseguía matarlo con la zapatilla, perfumé mi habitación con flint. Al encontrarme al día siguiente ante la raqueta pensé: si yo hubiera tenido esta raqueta en vez del flint, me hubiera tirado 3 horas buscando al dichoso mosquito para atizarle un raquetazo. En fin, otro producto inútil.
¿Qué pasa si un día vas a jugar al tenis y confundes la raqueta de jugar con esta otra? Dejas la pelota de tenis carbonizada. O si esto cae en manos de un niño pequeño, es capaz de pegarle a otro niño. ¡O peor aún! Cuando estás con tus abuelos en la casa de campo y tienen el matamoscas de toda la vida (el que no es eléctrico) y te dan en la cabeza con él diciendo: -Ui, tenías una mosca- y tú piensas : -Me acaba de lavar el pelo --'' - ¿Te imaginas que te den con el matamoscas eléctrico? Los chicos ya no necesitarían usar gomina para ponerselo de punta...
María
PD: Pablo asegura estar en vacaciones mentales. Por eso no escribe...
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